Mientras veía esta película, me vino a la mente aquel texto del Mahabarata en el que Arjuna entra en un momento de duda tan grande que lo paraliza, no sabía si combatir o no porque sus enemigos eran de su propia familia, (El Mahabarata es una parte del Baghavad Guita, un texto sagrado de India, que en realidad es un relato simbólico que insta al hombre a luchar contra el enemigo que suele estar dentro de uno mismo), en ese momento aparece Krhisna y le dice que la naturaleza del hombre es la acción y que debía combatir contra su enemigo que era la pereza que le estaba impidiendo eliminar lo más burdo de él mismo. Salvando las distancias, también recordé el momento más difícil de mi vida, ese que me hizo perder el sueño, el apetito y sobre todo la seguridad que creí tener hasta antes de ese momento, recuerdo que la duda se apoderó de mi y no hallaba qué hacer, hasta que felizmente, volví a encontrar el sendero y lo seguí.

En las Horas más Oscuras, Winston Churchill, representado por el genial Gary Oldman, se encuentra frente a la encrucijada más grande de su vida como político, es elegido como Primer Ministro de Inglaterra en el momento más difícil de la historia de su país. Era 1,940, Hitler había invadido la mitad de Europa y cuando avanzaba hacia su país, se le planteó una negociación de paz, a cambio de una serie de condicionamientos, ahí fue que vivió sus horas más oscuras, momentos realmente angustiosos en los que no sabía qué decisión tomar, si firmar y evitar la muerte de miles de sus compatriotas o luchar por la defensa de su patria, aún sabiendo que de todas maneras iba a perder ante el poderoso enemigo; al final, aparece en la radio a nivel nacional para dar el discurso más emotivo, que se recuerda en la historia de Inglaterra, el que lo llevó a la gloria y por el que hasta hoy es recordado, “… defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo; lucharemos en las playas; lucharemos en los campos y en las calles; lucharemos en las colinas; nunca nos rendiremos...". De esa manera infundió confianza en su pueblo y se irguió como el líder que su gente tanto necesitaba.

Ha terminado la película y sigo pensando que en alguna parte de la vida todos nos encontraremos en medio de la oscuridad y sin saber qué hacer; esos momentos especiales, son de dos tipos, están los grandes que pueden aparecer una o dos veces y que son los que cambian el curso de nuestra historia personal, y también los pequeños, esos que nos ocurren a diario, como cuando en un instante no sabemos si contestarle o no a esa persona que se dirige a nosotros de manera altanera.

Como la literatura nos enseña, a todos, hasta a los más grandes les sobrevienen momentos oscuros en los que parece que se extravían, como al comienzo de la Divina Comedia: “A la mitad del viaje de mi vida me encontré en una selva oscura”, o simbólicamente en Alicia en el País de la Maravillas, cuando antes de tomar una difícil decisión, cae en un hoyo, o en El Quijote, cuando desalentado por no saber si continuar con su ideal caballeresco, cae en la cueva de Montesinos donde encuentra respuestas,- y hay muchos otros relatos a los que quizás no hemos prestado atención y que hablan de lo mismo, bueno, decía que para esos momentos difíciles necesitaremos ayuda, pero ayuda de la buena y habrá que saber a quién recurrir, no se debe seguir el consejo de cualquiera, porque si ya estamos en el hoyo, nos podemos hundir más. En ese momento, hay que llamar al Maestro y pedirle un poco de luz, un soplo de inspiración, una chispa de budhi y sin lugar a duda, hallaremos su respuesta, en una buena conversación, en una buena lectura y hasta en un sueño, al levantarnos sabremos qué es lo mejor, y lo reconoceremos por la paz que experimentaremos en ese momento.