Gladiador 

El héroe que todos llevamos dentro

Dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe, Gladiador es una de esas películas que por su profundidad filosófica se deja ver muchas veces y en cada vez con un interés renovado. Una película en la que, como en los buenos libros, se puede encontrar detalles nuevos, cada vez que se vuelve a ver. Esta magistral película es una adaptación de la novela "El Águila en la nieve" de Wallace Breem que retrata el comienzo de la caída del Imperio Romano.

La película no se fundamenta estrictamente en hechos históricos, Máximo el gladiador es un producto de la imaginación del autor y Marco Aurelio no fue asesinado, sino que murió en su vejez después de proclamar a su hijo Cómodo como su sucesor.

Simbolismo filosófico

La espectacularidad de esta gran producción es de hecho importante, pero, lo realmente valioso es el simbolismo que se esconde detrás de cada personaje. La película nos muestra diferentes comportamientos con lo que podemos encontrarnos a lo largo de la vida y que deben invitarnos a una sana reflexión.

El protagonista, Máximo, General de las Legiones del Norte, encarna al héroe. Un ser que reúne todas las virtudes, valentía, lealtad, carisma, liderazgo, un hombre que por su integridad causa admiración en quienes lo conocen.

Su alter ego es Cómodo, el hijo del emperador Marco Aurelio, un hombre que por no haber tenido que esforzarse por nada en la vida, es un tipo incapaz, cobarde, vicioso y corrupto que llega al límite de asesinar a su padre por su desmedida ambición.

Marco Aurelio es una de las últimas personalidades que pertenecen a la gloriosa línea de los filósofos-emperadores estoicos. En la película lo vemos escribiendo en su tienda de campaña el diario más profundo del mundo, las “Meditaciones” o “A mí mismo”; un escrito que sigue sirviendo de inspiración a los sinceros buscadores de la verdad.

Desde el punto de vista de la filosofía, el traidor simboliza los aspectos más bajos que el Héroe necesita enfrentar y vencer dentro de sí mismo. El gladiador simboliza la consciencia dentro de cada ser humano que luchará contra los aspectos más oscuros de su personalidad, obteniendo ayuda de su gran aliado y maestro, que es el Ser Superior, la parte más espiritual dentro de nosotros simbolizada en la película por Marco Aurelio.

El Gladiador representa a cada uno de los seres humanos que habitamos este planeta. Todos tenemos una parte luminosa y otra oscura. Como lo decía Platón “…telúrico y sideral, hecho de lo uno y de lo otro”. El hombre encarnado debe luchar permanentemente consigo mismo, para ir eliminando los defectos de la personalidad y hacer que las virtudes que están dentro de cada uno, afloren y sean las que se muestren la mayoría del tiempo.